Más de la mitad de las compras que hacemos son por impulso momentáneo y si realmente comprobamos, son innecesarias, porque nos parecieron “muy bonitas” pero nada útiles, además de no tener un propósito, podrían haber llegado. de quién sabe de qué país, y fueron hechos quién sabe en qué condiciones y con materiales que dejan mucho que desear; Por eso hoy quiero compartir contigo algunos consejos para que te detengas a pensar conscientemente en qué invertir, ya que con cada decisión de compra literalmente podrías estar tirando tu dinero.
Comienza haciéndote algunas preguntas básicas sobre tu futura compra…

- ¿Realmente lo necesitas? (¿es un deseo o impulso momentáneo?)
- ¿Cuánto tiempo crees que lo usarás? (al menos 30 veces)
- ¿Ya tienes algo similar? (No compre más de la misma)
- ¿Para qué planeas usarlo?
- Investiga el origen del producto que planeas comprar (¿en algún lugar remoto?)
- ¿De qué materiales está hecho o de qué está hecho? (¿orgánico, reciclado?)
- ¿Es de buena calidad? (¿o de un solo uso?)
- ¿Puedo realmente pagarlo? (O me endeudaré por 2 vidas más)
- ¿Lo compras sólo porque está en oferta?
- ¿Cómo se desechará cuando acabe su vida útil? (¿O reencarnarás y seguirás existiendo?)
No eras consciente de todo esto, ¿verdad? Pues bien, mientras miramos algo en una tienda, dejar que a partir de ahora pase por nuestra mente al menos alguna de las preguntas anteriores y no solo “quiero esto” o “qué bueno es aquello otro” de forma irracional; Son muchos los beneficios que vendrán como resultado de tus compras más conscientes, empezando por ahorrar dinero, recuerda que tus decisiones influyen en los demás, en el medio ambiente y directamente en tu bolsillo.
¿Os dejé al menos pensando un poco? Eso espero, gracias por venir aquí.
¡Saludos! Vero