Descubre cómo tu ropa te conecta con la naturaleza, empezando por nuestros ancestros que utilizaban las plantas como parte de un rito sagrado que representaba la conexión con sus dioses.
Volvamos un poco atrás…
En la antigüedad era bastante común la curación con hierbas medicinales (se han encontrado evidencias de su uso desde hace aproximadamente 5000 años), las cuales eran utilizadas por los chamanes; Fue un conocimiento que se transmitió de generación en generación, para tomar conciencia de la magia y los poderes de las plantas en el cuerpo humano.
Teñido natural.
Inicialmente el hombre comenzó a cubrir su cuerpo por las condiciones climáticas, pero luego por distinción se abrió camino a través del proceso de teñido (existen muestras de tinte que datan del Neolítico 8.000 a.C. en China e India), convirtiéndose en una identidad jerárquica y de poder adquisitivo, en el Imperio Romano los vestidos morados estaban reservados para las clases altas y monarcas, ya que provenían de la secreción de un molusco demasiado caro en aquella época; Aún hoy el color morado sigue asociado a la autoridad y la realeza, el insecto llamado cochinilla se ha utilizado para obtener gamas de rojos, índigo para el color azul, roble para tonos oscuros y variedad de hierbas y combinaciones para modificar sus colores.
Dentro de las comunidades indígenas de Perú, Colombia, Ecuador y México existía esta tradición de teñir trajes con plantas y algunos animales; Hoy en día todavía son pocas las tribus en las que continúan tejiendo hermosas cestas, telares, prendas y tiñendo sus cuerpos a partir de elementos naturales; Es una obra artesanal muy rica y un lenguaje simbólico que habla de la cosmogonía, sus costumbres y su entorno.
Lamentablemente, estos valiosos procesos e información se han olvidado; con la industrialización se crearon colores sintéticos, rezagados con respecto a los naturales, que en cambio contaminan gravemente nuestros ecosistemas.
¿Cómo lo aplicamos a nuestra marca?
En Nahual rescatamos esa parte artesanal y hecha a mano con las plantas que tenemos a nuestra disposición, nos vestimos de flores y hojas, es todo un proceso de exploración.
Lo que hacemos es preparar los tejidos (también de fibras naturales) que recibirán el tinte, remojamos, maceramos y sometemos las plantas a un proceso de cocción para extraer todas sus propiedades tintóreas. Es sorprendente ya que un color nunca se puede replicar exactamente. o estampados, por el tipo de suelo, el clima, la época de recolección, son tantos los factores que influyen para poder plasmarlos en tejidos.
Buscamos volver a nuestros orígenes y recrear el vínculo que hemos roto por nuestras malas acciones, reduciendo el desperdicio y aprovechando responsablemente los recursos. Te invitamos a conocer más sobre nuestro proceso.
Espero que, como yo, te apasione este mundo y busques las mejores opciones para tu bienestar con nuestra madre tierra.
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¡Saludos! Vero